jueves, 10 de marzo de 2011

Enfoque Holístico de la salud

Todo está en constante movimiento, todo es vibración. Cada color tiene una onda diferente, la música tiene una onda diferente. A más vibración, menos sólido. A menor vibración, más sólido.
La ENERGIA ES VIBRACIÓN,  por eso al trabajar con las diferentes técnicas de energía, nos alineamos con la vibración de esa técnica (por ejemplo: Reiki, Magnified Healing, meditación…). También al iniciarnos en esas técnicas nos “sintonizamos” con esa vibración energética, como si fuésemos un aparato de radio conectándonos con la “emisora” (energía) que deseamos. Cada iniciación nos hace expandir la conciencia y por tanto vibramos más alto.

La vibración de la energía de la luz lleva información nueva a nuestras células, la correcta, aquella que nos permite sanar. Recordemos que también en la cadena de ADN está archivada un montón de información correspondiente a experiencias pasadas, e incluso a herencias provenientes de nuestro linaje ancestral, información que muchas veces conviene cambiar. 

Cuando estamos en perfecta salud vibramos en armonía. Cuando hay enfermedad la vibración se altera, es como si alguien tocase mal una nota en un concierto perfecto. Hay varios mecanismos o técnicas para “mover, cambiar, limpiar” esos nudos energéticos, para conectarse con la energía pero el más importante es la intención.

LA MENTE LO MUEVE TODO, EL KI PERSIGUE AL PENSAMIENTO.

Éste es el conocimiento principal para empezar a trabajar con la energía, pero aunque parece muy sencillo y lo entendemos fácilmente, no lo aceptamos. Y en el mejor de los casos, aunque lo aceptemos, no somos constantes con esta idea, tenemos dudas y es por eso que no obtenemos resultados. 

El "YO NO PUEDO" se cruza en nuestro camino en todo momento, así pues debemos DESAPRENDER lo que hemos heredado. Deberíamos cambiar el "ver para creer", por un nuevo "creer para ver". 

PODEMOS REPROGRAMARNOS. Podemos liberarnos de esas falsas creencias que nos anclan, para incluso regenerar nuestros cuerpos. En este sentido el científico japonés Masaru Emoto realizó varios experimentos llegando a demostrar que con la simple intención podíamos cambiar las moléculas del agua. Si tenemos en cuenta que nuestro cuerpo está formado en un 80% por agua, calculamos rápidamente cuales pueden ser las consecuencias…

Así pues, cuando nos disponemos a trabajar con energía hemos de tener claro que la intención es lo más importante. Debemos permitirnos creer que podemos cambiar las cosas, podemos cambiarnos a nosotros mismos y a nuestro entorno.

La física quántica se dedica justamente a explorar todas las posibilidades que la ciencia común desecha, precisamente por no poder dar ninguna explicación racional demostrable a los hechos.

Cuando se trate de nuestra salud hemos de explorar todas las posibilidades. Nuestra salud es nuestra responsabilidad, tenemos que hacernos cargo de ella: NO PREOCUPARNOS, SI OCUPARNOS.

El ocuparnos implica: ir a las revisiones y consultas pertinentes de la medicina convencional y ocuparnos de nuestro bienestar mental y emocional, no tolerar “situaciones” que nos enfermen, hacer ejercicio (sin torturarse), comer sano…  Pero sobre todo: no conformarse con "curar" los síntomas, sino entender el porqué estamos enfermos. La enfermedad nos habla, nos reclama atención sobre aspectos de nuestras vidas que no funcionan y que no siempre tienen un origen físico.

Estamos en este camino para EXPANDIR NUESTRAS CONCIENCIAS, esto implica el cuestionarlo todo, intentar ver la vida cotidiana desde otro punto de vista. Abrir nuevas ventanas. Abrirse a nuevas ideas, aunque sean completamente opuestas a las nuestras. Y al final, quedarnos con lo que nos sirva. 

En este camino no engañamos a nadie, sólo a nosotros mismos.

Es importante entender que las enfermedades no aparecen solo para fastidiarnos (aunque lo hagan…) están ahí para enseñarnos alguna cosa. En estos últimos años he visto un montón de casos en los que la gente sanaba de forma "milagrosa", todos ellos hicieron grandes cambios en sus vidas antes de sanar.

A TRAVES DE LAS ENFERMEDADES APRENDEMOS NUESTRAS LECCIONES

Toda enfermedad del cuerpo es una desarmonía del espíritu. Cada órgano tiene una correlación directa con cada situación vivida, con cada emoción sentida. Las enfermedades también reflejan nuestras historias, y lo mejor que podemos hacer es ser constructivos y no destructivos con ellas, aunque de entrada pueda parecer difícil.

ACEPTEMOS NUESTRAS ENFERMEDADES, NO LAS NEGUEMOS, NO NOS RESIGNEMOS, NO CULPEMOS A OTROS (la culpa es lo más inútil que existe, no conduce a nada y nos hace perder un tiempo precioso) HAGÁMONOS CARGO DE NUESTRO TRABAJO AHORA, DE NUESTRA SALUD.

La enfermedad nos saca de nuestras rutinas, nos obliga a prestar atención a otras cosas diferentes de las diarias. Una enfermedad es un llamado de atención sobre un área de nuestra vida. Si nos limitamos a sacar el “dolor”, o sea, el síntoma no solucionamos el problema, simplemente lo “parcheamos”… es importante bucear y descubrir cuáles son las causas de esta enfermedad, para poderlas solucionar. En las raíces de la enfermedad se encuentran las soluciones. UNA ENFERMEDAD ES UNA OPORTUNIDAD DE APRENDER Y DE CRECER.

Hemos tenido muchas vidas antes de esta y tendremos muchas otras después. Si entendemos este concepto podemos erradicar el miedo de nuestras vidas, nadie va a juzgarnos o castigarnos, y en el peor de los casos tendremos un montón de oportunidades para hacerlo bien.

Somos nosotros mismos los que nos planteamos diferentes metas. Venimos a estas vidas muchas veces, con diferentes retos, o con los mismos. Antes de venir a esta vida elegimos todos aquellos aprendizajes que deseamos superar. Firmamos contratos con otros y con nosotros mismos que nos ayudan a superar estos aprendizajes. No son exámenes que debemos superar, sino mas bien experiencias que debemos incorporar y entender en nuestro ser para seguir expandiendo nuestras conciencias, para seguir evolucionando. Hay aprendizajes o contratos fáciles y otros más difíciles.

Todos los contratos pueden: Superarse, a través del aprendizaje, también podemos cancelarlos y dejarlos pendientes para “otro momento” (y esto no será considerado un fracaso para nuestra alma), también es posible comprender y superar dicho aprendizaje de una manera más fáciles.  Todas las opciones son buenas.

No venimos a este planeta para sufrir, pero es verdad que a veces el sufrimiento nos permite aprender más rápidamente y es por eso que lo elegimos antes de venir a esta vida. ¡ACEPTEMOS QUE PODEMOS ELEGIR LO QUE QUEREMOS HACER CON NUESTRAS VIDAS Y QUE NO HAY NADA INAMOVIBLE! Todo lo que lanzamos al universo con nuestros pensamientos, este nos lo devuelve multiplicado, y no siempre nos lo devuelve con el mismo packaging o con el mismo receptor al que se lo hemos enviado.  

Lo más importante es que entendamos que la energía persigue al pensamiento y que nosotros elegimos como queremos construir nuestras vidas. Es tan sencillo que parece imposible, pero la verdadera magia es la más sencilla y ¡está al alcance de TODO EL MUNDO!

Eba

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