viernes, 26 de agosto de 2011

CAYENDO Y NO


En plena caída.
Así como me dejé arrastrar por aquella corriente hídrica guaraní que mi cuerpo reverenciaba como parte de su misma condición. Era una con ella. Yo era ella...ella era yo.
Por momentos la impresión más leve parecía soportar toda la densidad que habitualmente habita en todo mi Ser, por la que siempre estoy tratando de mantenerme en equilibrio, por la que siempre estoy poniéndome a prueba de que en realidad no quiero perderme a mí misma.
No era comparable con su gran fuerza, pero me llegué a sentir así de brava y así de sencilla... tuve ganas de desprenderme de mi acción gravitatoria, de sentir que fluía con su majestuosidad y me lanzaba en caída libre y sin red, sabiendo que no podía hacerme daño, porque yo era ella...ella era yo.
Vibrando mis moléculas, resonando con las suyas. La presencia de la no-mente, la ausencia de diques de contención, el canto de su rugir al paso, vibrante. Sus contoneos serpenteantes, su seducción al decir "ven, disuélvete en mí, si te quedas conmigo estarás en el lugar que estás buscando, me encontraste, quédate ".
Todo tiene sentido para mí, esa era mi realidad, la única real realidad. Lo demás, lo de afuera, lo del cuerpo, lo de la mente, lo del paso del tiempo, lo de las relaciones, lo del trabajo, lo de las estructuras, lo de la sociedad, lo de los complejos, miedos, misterios y demás negruras... y blancuras, es todo una pantalla ilusoria, no es una situación real. Es verdad porque sucede y la vives, pero la esencia vital no es así. La Verdad no es así.
Me sentí más Yo que nunca, en aquel instante en que era ella.... y ella era yo.

Luisa Blanca

No hay comentarios:

Publicar un comentario